El vidrio templado se obtiene al someter un vidrio a un proceso térmico en el cual se calienta uniformemente a una temperatura próxima al punto de reblandecimiento, para posteriormente sufrir un brusco enfriamiento en su superficie.
Con este procedimiento los vidrios templados adquieren una serie de cualidades con respecto a los vidrios monolíticos convencionales. Consiguen una mayor dureza, una mayor resistencia al impacto y una mejora considerable de la seguridad.
Esta mejora de la seguridad consiste en que si un vidrio templado se parte, se fracturará en miles de trozos reduciendo el riesgo por corte.
Su uso más habitual es los conocidos comúnmente como frentes securits.
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